“Business Intelligence” en redes sociales

Que la información es poder es una afirmación de la que pocos dudan. Traducido al mundo de la empresa, el conocimiento de los clientes o potenciales clientes es un importante factor a la hora de establecer una estrategia comercial exitosa y por ello queremos hacer hincapié en la estrategia del Business intelligence. Dirigir el ‘tiro’ de una campaña a una diana conformada con los datos de ubicación, relaciones, gustos o intereses de los destinatarios, es garantía de éxito.

¿Dónde encontrar tan valiosa información?

Las redes sociales, por sus características, son un espacio de encuentro entre las marcas y sus potenciales consumidores, además de una amplísima fuente de datos objetivos sobre ellos y su comportamiento. Aquí entra en escena una buena estrategia de business intelligence, término que engloba un proceso de recogida y gestión de datos, que den lugar, tras su análisis, a la toma de decisiones y elaboración de la estrategia de negocio más acertada.

Para poner en práctica el business intelligence, es necesario en primer lugar recoger la mayor cantidad de información posible, y de fuentes fiables y contrastadas. En el caso de las redes sociales, las estadísticas y analíticas que proporcionan las propias aplicaciones de Twitter, Facebook, Instagram o YouTube constituyen un contenido de gran interés, que conviene someter a un análisis exhaustivo para llegar a conclusiones prácticas.

El uso de herramientas externas a las aplicaciones oficiales puede aportar también valor a los datos iniciales y, si la comunicación, más que de contenidos es del tipo de atención al cliente, la incorporación de un CRM adaptado a las redes sociales enriquecerá aún más dicha información.

Estas herramientas nos dan una idea clara del sentimiento del receptor del mensaje, es decir, si el contenido le motiva a reaccionar tanto positiva, como negativamente. Una publicación que sea contenido asociado a la marca, ya sea texto, vídeo o fotografía, con mucha interacción positiva (Me gusta, RTs, comparticiones, visualizaciones o comentarios elogiosos) es el mejor indicio del interés despertado. Con las analíticas podemos conocer, además de este interés, qué tipo de formato es el que consigue mayor interacción, a qué hora ha tenido más repercusión, desde qué dispositivos ha sido visto, y muchos otros datos de interés que permitirán, en futuras acciones, ‘afinar’ la comunicación.

Las conclusiones estadísticas sobre cualquier faceta de estas comunicaciones serán una buena ayuda para el futuro, ya que, aunque no sean garantía firme de éxito, sí nos permitirán aproximarnos más al objetivo en futuras campañas.

El ‘quién’ emite un comentario también tiene su importancia, especialmente si es uno de los que podemos calificar como influencers o creadores de opinión.

Además de conocer el comportamiento e intereses de nuestros seguidores, conviene aplicar el mismo método de análisis para las acciones de las marcas de la competencia. También se pueden extraer enseñanzas de los éxitos y errores ajenos.

Volvemos al principio para concluir este post. Cuanta más información se recoja y mejor se aplique la business intelligence, mayor porcentaje de éxito tendremos garantizado. Para ello, conviene dotarse con los profesionales y herramientas más adecuadas para realizar este trabajo, imprescindible para asegurar el crecimiento de nuestra empresa y marca.