¿Recordáis las primeras tiendas que aparecieron en Facebook? Aunque no triunfaron mucho en su momento, eran una buena idea. Varios años después, la implantación del comercio electrónico y de los dispositivos móviles han hecho que el Social Commerce sea una realidad, siendo una de las tendencias con más crecimiento en el marketing digital.

El Social Commerce se considera una rama del e-commerce que se apoya en las redes sociales para la venta de producto. En realidad es un concepto más profundo, ya que no utiliza sólo las redes sociales como medio o plataforma de venta, sino que utiliza su poder de comunicación y viralidad para impactar a usuarios interesados en nuestros productos. El Social Commerce o S-Commerce se basa en las experiencia de compra sociales y colaborativas.

Para explicar el Social Commerce tenemos que analizar en primer lugar por qué compramos en Internet. Hay varios factores, en primer lugar está la confianza en la web de compra, también están las ofertas únicas que encontramos en la red. Otro factor es la facilidad ya que en muchas ocasiones no podemos acceder a una tienda física donde está el producto, pero si podemos adquirirlo vía online. Finalmente cuando navegamos por Internet nos encontramos productos que nos gustan y realizamos esas compras no planificadas por la facilidad del soporte.

Por supuesto el móvil incide en las compras online. En España ya hay más usuarios de smartphones que usuarios de PC, por lo que no es difícil averiguar donde está el negocio. Casi la mitad de los usuarios asegura que el teléfono es un refuerzo para sus compras ya sea a través de la navegación y búsqueda de productos, la geolocalización de información y descuentos o la comparativa directa entre varios.

¿Cuáles son las claves de una buena estrategia Social Commerce?

– Hay que convertir los “me gusta” en ventas. Obtener retorno directo de su estrategia de redes.
– El móvil es la principal plataforma donde se materializan las ventas.
– Los seguidores se convierten en embajadores de marca. Se busca evangelizar a través de los influencers.
– La clave en la venta social está en la capacidad de comunicar visualmente los conceptos y la hipersegmentación. Lanzar el mensaje adecuado a la audiencia adecuada.
– Integración de todos los canales, tanto online como offline: Se consulta en Redes Sociales, se habla con amigos, se buscan promociones online con redención offline, se lleva tráfico de Facebook al punto de venta…

Herramientas de Social Commerce
–Valoraciones y análisis de productos, tanto en páginas externas, como en nuestras páginas propias y redes sociales. Una review positiva puede influir enormemente en la decisión de compra.

–Recomendaciones de usuarios: Más allá de los influencers tradicionales, medios y bloggers, los usuarios se han convertido en el mayor prescriptor de marca. Sus recomendaciones tienen más valor e impactan más profundamente en otros usuarios. El concepto es sencillo: si a un amigo mío le gusta un producto y lo recomienda, es muy probable que a mi me guste también.

–Foros y comunidades: El hábitat natural de los influencers-consumidores. Los foros, todavía no contaminados ni controlados por las grandes marcas, son espacios de opinión e influencia donde se deciden muchas compras. Es importante monitorizarlos y saber lo qué se dice. Puede ocurrir que tu producto esté siendo vapuleado en un foro, por diversas razones, y esto impacte directamente en tus ventas si que seas consciente de ello. Una estrategia es convertir a estos influencers en tus aliados para detectar fallos, errores o incidencias. Hazles partícipes del equipo.

–Herramientas de compra social: Surgidas de plataformas colectivas, el mejor ejemplo es BlaBlaCar, son distintas opciones que los usuarios tienen a su disposición para adquirir ofertas en conjunto o a un precio rebajado. Un ejemplo sería el sistema de pujas en las tiendas online, que permite a los interesados adquirir productos a un precio reducido pero ajustado al valor del producto.

–Optimización de medios sociales, aplicaciones sociales y publicidad social: En último lugar, pero no por ello menos importante, está el trabajo que hacemos dentro de las redes sociales. No sólo hay que optimizarlas a la máximo para que comuniquen a la audiencia adecuada, también podemos buscar herramientas como aplicaciones sociales e integrar las campañas Social Ads dentro de nuestra estrategia de medios. Un clásico en este sentido es el estreno de un spot de televisión en primicia dentro de nuestra página de Facebook. Con un poco de publicidad y una comunicación certera, conseguirá mucha más relevancia.