Lo más importante una vez que has atraído a los usuarios a tu web es convertirlos en clientes.
Todo gira en torno a la experiencia de usuario. Conseguir que naveguen por partes concretas de la web y que hagan acciones concretas, es lo más importante. Si están contentos con su experiencia en tu web, si encuentran lo que estaban buscando, se convertirán en clientes. Y si están muy satisfechos, volverán. Si eres mejor que tus competidores, entonces tus fans dirán a sus amigos lo bueno que eres, y entonces sus amigos se convertirán también en fans.
Hacer que la gente visite tu web no es tan difícil. Pero hacer que naveguen por ella, mantener su atención, persuadirles para que hagan las acciones que quieres, es una tarea mucho más complicada.
El SEO, por ejemplo, es una estrategia de marketing que bien implementada puede convertirse en la forma más natural de atraer tráfico cualificado y recurrente a una web. Una vez allí, la experiencia de usuario y la optimización de la conversión entran en juego. La usabilidad hace que los usuarios se sientan bien navegando por tu web porque encuentran de forma sencilla lo que buscan. La optimización de la conversión hace que encuentren la solución a su problema en tu web.
¿Por qué los usuarios se van de la web antes de convertir? Bueno, la respuesta está en la usabilidad y la optimización. Estos tratan de predecir el comportamiento del usuario e influir en este.
¿Cómo mejorar la usabilidad y la optimización de la conversión?
Mediante las pruebas. Los tests A/B permiten probar distintos cambios en la web y ver sus resultados de forma inmediata. Estos tests permiten que a unos usuarios les aparezca la web de una forma y a otros de otra, y analizar así los resultados.
Lo más aconsejable es hacer pequeños cambios en estos tests. A veces sólo cambiar una imagen en la última página, la de la conversión, puede producir un gran incremento de ventas. O sólo cambiar de lugar una misma imagen en dicha página.
El SEO, la usabilidad o la optimización
Estamos de acuerdo que lo más importante es la optimización, que compren. Bien, pero para ello, primero tienen que sentirse cómodos navegando por tu web, y de eso se encarga la usabilidad o experiencia de usuario. Y antes de eso, tienen que saber que existes, que tienes una web, y que tienes lo que buscan. Ahí entra el SEO o cualquier otra estrategia de marketing de captación de tráfico o de incremento de visibilidad de tu web.
En la primera fase de la web, además del SEO puedes servirte de Adwords, Facebook Ads, Twitter Ads, email marketing o banners en otras web. Sin embargo, conseguir que se mantengan navegando por tu web y convertirles en clientes es una tarea más difícil y que conviene trabajar haciendo pruebas y pequeños cambios para una mejora continua.