La seguridad en dispositivos y en redes viene preocupando a organizaciones, Estados y particulares. Pero en los últimos tiempos el llamado “Internet de las cosas” (IoT, por sus siglas en inglés) está haciendo que el nivel de exposición al riesgo sea mucho mayor así como la escalabilidad del daño de un ataque cibernético.
Hoy en día hablamos de ciudades inteligentes, redes inteligentes y hogares inteligentes… Todo esto requiere una gran cantidad de dispositivos interconectados. A su vez tanto los dispositivos como la información que producen deben estar identificados de forma única y protegidos ante cualquier tipo de ataque. Esto supone un gran reto.
Lo decía hace unos días Miguel Rego, director general del INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) hace unos días en el Encuentro de Telecomunicaciones y Economía Digital de Santander:
“Sin ciberseguridad no se puede construir una España digital, ni una economía digital”
Y las amenazas a la seguridad tecnológica cada vez son mayores tanto en cantidad como en sofisticación en las técnicas de ataque. INCIBE registra 110 incidencias diarias en España.
A la vez, este sector supone una magnífica oportunidad de negocio, por la alta demanda de profesionales especializados. Según Rego, el área de la ciberseguridad en España es “potente” y tiene “una magnifica posibilidad de proyección internacional”.
Aún en España el volumen de este sector es tímido pero las posibilidades de crecimiento son inmensas por la rápida y creciente demanda mundial de este tipo de servicios y profesionales.
Recientemente la Financial Planning Association en colaboración con TD Ameritrade Institutional han elaborado el estudio “Is Your Data Safe? The 2016 Financial Adviser Cybersecurity Assessment”, que destaca que 7 de cada 10 profesionales son conscientes de los peligros asociados a la seguridad cibernética, pero sólo el 29% aseguran estar totalmente preparados para gestionarlos.
Sólo, un 44% de los asesores financieros encuestados para elaborar el informe reconocen comprender los problemas y riesgos asociados a la innovación tecnológica y la digitalización de la industria.
Bryan Baas, director de supervisión y control de riesgos de TD Ameritrade Institutional, afirma:
“La realidad es que el fraude cibernético es un fenómeno generalizado y los asesores no pueden eliminar esa amenaza, sólo reducir su riesgo”
A nivel de usuario particular, es importante recordar ciertas pautas. Estas pautas deben ir un poco más allá que “tener una contraseña segura”. Y es que, aunque el apartado donde creas la contraseña en una web te diga que el nivel de seguridad de tu contraseña es fuerte, a menudo no lo es lo suficiente.
Cambiar la contraseña cada cierto tiempo, no usar la misma contraseña para diferentes servicios o no introducir información sensible en redes WIFI públicas, son algunas de las medidas que te ayudarán a proteger tus datos.
Recientemente Amazon ha patentado una tecnología que te obligará a hacerte una autofoto para conseguir reconocimiento facial antes de realizar un pago. Además para evitar que los usuarios falseen las fotografías, Amazon solicitará un gesto facial, como guiñar un ojo por ejemplo, para cada transacción.
La semana pasada James Comey, director del FBI, reconocía que tanto él, como miles de personas en todo el mundo (incluido Mark Zuckerberg), han recurrido a tapar con un trozo de cinta aislante la ‘webcam’ de su portátil para evitar que la ‘hackeen’: “Hay algunas cosas sensatas que todos deberíamos estar haciendo, y esta es una de ellas”, decía Comey.
Aunque seguramente la información que se extrae de un micrófono sea más interesante y no hay modo de quitarlo o taparlo en un teléfono o en un ordenador.
Aparte de estos, aquí te dejamos algunos consejos para protegerte ante un posible ciberataque: